Un planteamiento estético


Estéticamente nos define el gusto por la sobriedad, el surrealismo, el tratamiento de la belleza y el minimalismo. Uno de mis planteamientos escénicos básicos radica en la búsqueda de la esencia de lo representado y en la economización de gestos y movimientos del actor. ¿Cómo expresar lo máximo a partir de lo mínimo? ¿De qué manera puedo eliminar todos los elementos superfluos para conseguir una percepción contundente de lo representado? Estas preguntas me obligan, no sólo como director sino también como dramaturgo, a desintegrar la realidad, a desafiar los límites convencionales de los sentidos y a descubrir una nueva dimensión sin reglas establecidas.
En este sentido, comprendo que la iluminación es el lenguaje escénico más importante y su acción establece nuevos lenguajes visuales, generando un sinfín de posibilidades narrativas escénicas. Es por ello que los montajes de "Estudio para autorretrato", se caracterizan por diseños de iluminación que elaboro a partir de un cuidado y preciso trabajo estético y narrativo. En cuanto a los espacios sonoros, con el fin de subrayar el valor simbólico de los acontecimientos, compongo los temas a partir de una fusión de sintetizadores e instrumentos tradicionales no occidentales, generando atmósferas irreconocibles que favorecen la expansión de la imaginación del espectador.